sábado, 30 de marzo de 2013











































LEE FRIEDLANDER


Lee Friedlander (Washington D.C., 1934)
«Si pudiera, estaría fuera disparando todo el tiempo. No hay que ir en busca de las fotografías. Sales y las fotografías te están mirando fijamente»
Las fotografías de Lee Friedlander tienen la maldición del secreto. Siempre parece que saben algo que desconocemos. La belleza formal de las mismas está anclada en la soledad abrasiva que respiran.
Friedlander nació en Aberdeen (Washington). Asistió a Los Angeles Art Center School y entonces conoció a alguien clave en sus inicios: Ahmet Ertegun, fundador de Atlantic Records. Junto con RCA Columbia Records fueron sus primero trabajos. John ColtraneMiles Davies,Duke Ellington o Charles Mingus pasaron por delante de su cámara.  En 1937 se muda a Nueva York y comienza a trabajar en las revistas Seventeen y Squire. A través del director de arte Marvin Israel, conoce a Diane ArbusGarry Winogrand y Walker Evans. Éste último escribirá una reseña sobre su exposición The Little Screens, en Harper´s Bazaar en febrero de 1963.  Diez años después, Evans redactará el texto de su primer portafolio, Lee Friedlander: 15 photographs (1973).
Mientras Winogrand atesoraba fragmentos de realidad y Arbus diseccionaba a la sociedad de la época, Friedlander decidió investigar el mobiliario cultural, los símbolos. La iconografía es el mensaje. Y así son las imágenes recogidas en The Little Screens: habitaciones de hotel vacías con televisores encendidos, lugares abandonados, solos. La televisión era la reina de la casa en la América,  pero esa cálida caja parlante incomoda, su perversión radica en prescindir del público. Estos hermosos bodegones nos someten a un desasosiego anclado para siempre en la imaginería anglosajona. Son tan contemporáneos como el discurso de películas como Kids, Margin call o Los Idus de Marzo, tan actual como tremendo. Friedlander retrata el alma de América.
Las pantallas, los retratos, los desnudos y los monumentos: Friedlander convierte en elemento de estudio lo que toca su retina;  sin estruendo presenta un fragmento de la realidad, y crea un nuevo abecedario de signos y metáforas. Exige un esfuerzo. No lo pone fácil, pero es que ésa no es la intención.
La exposición del MoMA New Documents será un momento clave en su carrera aunque Nathan Lyoms, conservador de la George Eastman House ya había incluido su obra en Towards a Social Landscape (1966) donde también  exponía Winogrand. Hoy esa muestra se considera el germen de ese nuevo documentalismo que representaron Winogrand y Friedlander,  junto con Diane Arbus.  A partir de la esencial consagración que recibieron de la mano de John Szarkowski con New Documents en elMoMA,  serán ellos quienes redefinan la fotografía como medio de conocimiento íntimo de la realidad.
Su proyecto y libro The American Monument (1976) se  ha convertido en una de las obras maestras sobre el análisis del alma de Estados Unidos: Busca reflejar como muchos monumentos se pierden o camuflan en un paisaje cambiante. Pone en evidencia el tiempo y la coherencia (o falta de coherencia) del mismo.  Entre sus otros libros también destacan Like a One Eyed Cat: Photographs by Lee Fridlander 1956-1987 (1989) y American Musicians (1998).
Fundacion MAPFRE posee varias de las famosas imágenes de televisiones solitarios que formaron parte del libro y exposición The Little Screens, además de un ejemplar de su primer portafolio Lee Friedlander: 15 photographs (1973)  – el número 48 de 75- publicado por Double Elephant Press.
En el año 2005, el MoMA le dedicó una retrospectiva por toda su carrera. Sus imágenes son pequeños ensayos: imágenes que exigen ser pensadas.
Lee Friedlander sigue haciendo fotografías todos los días.
Paula Susaeta